¿Cómo dejamos a Bogotá?

Desde la línea “educación y formación social”, se llevó a cabo un proceso de recopilación y análisis de información suministrada por prensa y radio en los últimos cuatro meses acerca de las temáticas presentadas en torno a éstos aspectos. Por lo anterior, consideramos que unos de los fenómenos más relevantes presentados giraban en torno a la convivencia de los ciudadanos, la presencia de organismo de control en diversos espacios y la influencia de la tecnología en niños y adolescentes en la ciudad de Bogotá.

A partir de los primeros análisis realizados de noticias y salidas de campo, dimos cuenta que la convivencia que se presenta en la ciudad depende del espacio en la que se encuentren los sujetos, por ejemplo, el servicio de TransMilenio es un espacio que utiliza una gran parte de la población y es cierto que es un completo caos, que, se debe tanto al comportamiento de los usuarios como al servicio que se ofrece, sin embargo, en parque, zonas verdes y otros espacios en los que el ocio juega un papel importante, la armonía se hace presente; claro está que toda regla tiene su excepción.

De igual manera es importante resaltar, que los funcionarios y entes encargados que regulan la convivencia de la ciudad, en muchas ocasiones no se hacen presentes en los momentos necesarios, lo cual conlleva a que se perciba un ambiente de inseguridad y desconfianza en los mismos. Por lo anterior, dimos cuenta que los proyectos de seguridad que se implementan en la ciudad, son efectivos en el auge de estos, sin embargo, después de cierto tiempo, la situación se normaliza y las medidas de seguridad se descuidan.

En cuanto a la temática que gira en torno a la educación y la formación social, una de las problemáticas que se pudieron contrastar con lo que nos decían las noticias y lo que evidenciamos mediante salidas a campo; gira en torno a la influencia de teléfonos celulares en niños y adolescentes, y la opinión junto con el control que tienen y ejercen los padres de familia sobre el uso de los mismos. Se vislumbró que la mayoría de los padres de familia consideran que la población infantil no debería hacer uso de éstos artefactos tecnológicos a temprana edad puesto que éstos son factores distractores que en muchas ocasiones alteran el buen desarrollo social y cognitivo en los mismos. Sin embargo, a pesar de la opinión de los padres de familia respecto al uso de celulares en la niñez y juventud; estos no ejercen en su mayoría un control sobre el tiempo que sus hijos destinan a interactuar con dichos objetos, lo que genera una contradicción entre lo que consideran pertinente para sus hijos, y los accionares frente a dicha problemática.


Por lo anterior concluimos que el panorama para Bogotá en cuanto a la educación y formación ciudadana, no es el ideal puesto que aún se evidencian muchos factores por mejorar. Sin embargo, se deben fomentar ciertas medidas pedagógicas que se destinan para el aprovechamiento de los recursos y de los múltiples espacios que son pensados por las diferentes entidades encargadas. También consideramos relevante hacer un llamado a la comunidad para que se personifiquen de los procesos emergentes al interior de la ciudad y tomen conciencia del comportamiento que deben asumir como ciudadanos frente los diversos espacios de uso público, para que sea posible el desarrollo de una sana convivencia en la misma, puesto que todos los que la habitamos estamos inmersos en las dinámicas que se presentan en Bogotá, y por lo tanto es responsabilidad de todos hacer un uso responsable de éstos. 

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