Salida de campo

“El chorro de Quevedo y su paradigma de transformaciones históricas y culturales a través de las bebidas alcohólicas del lugar”

1. Presentación :

Nuestra salida de campo quiere dar cuenta de las diferentes relaciones de los actores alrededor del alcohol en el Chorro de Quevedo, esto implica describir las percepciones individuales, las relaciones sociales que se manifiestan tanto como el cambio histórico que ha presentado el lugar. Al transitar el sector cotidianamente como estudiantes del barrio identificamos el lugar como un punto histórico y cultural de la ciudad y vemos como frecuentemente se ausenta en la comunidad su valor histórico. 

El punto clave de inflexión será la chicha que demostrará cuanto hemos cambiado como sociedad e individuos y los nuevos valores que ha adquirido el alcohol. Esta salida se hizo con la finalidad de generar una apropiación del espacio apropiación del espacio surge como resultado de las manifestaciones colectivas que han transformado al Chorro con el tiempo y que hoy deben ser asumidas como un proyecto cultural serio donde se materialicen y se exalte la importancia de la memoria histórica.

2. Análisis de los resultados:

En el trabajo identificamos los siguientes marcadores: residentes, comerciantes, universitarios, artistas, policías y extranjeros. 

El patrón principal evidenciado en los residentes es que el Chorro ha cambiado durante los años. Para algunos de estos hay una sensación de constante declive, dado que antes era un sector plenamente familiar y tranquilo, mientras que ahora los jóvenes y extranjeros han tergiversado el sentido tradicional de este lugar, convirtiéndolo en un espacio de interacciones inapropiadas según su propia moral de algunos de los habitantes. Sin embargo, otros muestran que a pesar de la nostalgia por el pasado residencial de la zona, no encuentran disgusto con el cambio que ha vivido el Chorro que lo ha convertido en un espacio de juventud y ocio. 

Por más que hallamos notado opiniones distintas, sí encontramos sensaciones homogéneas en cuanto a la transformación del sector hacia una dimensión menos familiar.

Por otro lado, el punto de vista de ambos comerciantes concordó en que el Chorro es un espacio bohemio. Esta actitud bohemia surge a partir del deleite frente al arte que atrae juventudes las cuáles disfrutan del ocio y los excesos. Esta dinámica genera una visión cultural donde por medio del compartir y lo artístico se dan relaciones donde las juventudes manifiestan quienes son y sus mas profundos gustos. Es por ello que los universitarios también acuden a centros culturales como el “Bolón de Verde” interesados por el jazz latinoamericano y a tiendas artesanales.

Es por esto que el Chorro surge como un centro cultural con tendencias bohemias que llama la atención especial de las juventudes que se apropian del espacio a partir de manifestaciones colectivas. 

Por otro lado las manifestaciones colectivas artísticas son representadas en la plaza principal que se convierte para los artistas en un escenario. Sumado a esto, los universitarios se muestran interesados por el espacio de ocio y arte que se da en el Chorro y que además lo reconocen como un centro de convergencia universitaria, identificamos que los jóvenes acuden a este centro en horas de la noche en busca de esparcimiento y entretenimiento a nivel colectivo y sobre todo de alcohol. Sumado a esta interacción que gira en torno a los restaurantes y bares, también existe un patrón cultural, que se puede asociar con el estereotipo de bohemia, y que revela el agrado por las expresiones artísticas, transformando el espacio a partir de una mezcla entre entretenimiento y tradición (chicha). Como segundo patrón encontramos que existe una fuerte inconformidad frente a la presencia de la policía nacional en un centro cultural como lo es el Chorro de Quevedo. 

Otro punto de vista importante fue presenciar que la interacción espacial por parte de los extranjeros se da a partir de motivaciones turísticas, principalmente a través de recomendaciones de otros extranjeros que han visitado el sitio y que lo han destacado como el adecuado para conocer Bogotá. 

Un patrón encontrado fue el distanciamiento espacial y social. Usualmente su única interacción con el espacio es la fotografía y la observación en horas de la mañana. Socialmente hablando su posición reservada hacia los nativos hace que se efectué un alejamiento hacia los mismos. 

3. Conclusiones

Existe una pluralidad de actores que de alguna u otra manera han generado un símbolo de espacio cultural. Esta pluralidad de actores revela la singularidad de su simbología al poder transformar e interactuar en el espacio con cierta sensación de libertad. 

Así mismo, el Chorro de Quevedo al ser un espacio diverso (actividades, comercio) experimenta diferentes dinámicas las cuales se evidencian minuto a minuto adaptándose a la necesidad de quien interactúa con el espacio.

No se caracteriza únicamente como un lugar cultural y de entretenimiento sino también genera relaciones económicas. Evidencia de lo anterior es la trasformación del Chorro que gira en torno hacia una economía de comercio; es decir que los comerciantes suplen las necesidades de aquellos que se acercan buscando hospedaje, entretenimiento, restaurantes o simplemente un espacio para compartir un instante. 

Esta economía de comercio también interactúa con las dinámicas culturales, puesto que presenta productos como la Chicha y las artesanías, que son reflejo de lo propio que se busca conservar mediante el incentivo de su consumo.

Durante la investigación y la interacción con los actores y el espacio encontramos tres temas que deben ser profundizados y concientizados en el momento de estar en el Chorro de Quevedo. El primero, el vacío frente al reconocimiento histórico del lugar puesto que mirar al pasado implica conocer para comprender quienes somos; en segunda instancia la apropiación del espacio surge como resultado de las manifestaciones colectivas que han transformado al Chorro con el tiempo y que hoy deben ser asumidas como un proyecto cultural serio donde se materialicen y centralicen las actividades; un tercer momento implica la interacción con lo tradicional, lo considerado y asumido como costumbre que hoy en día se revela en el consumo de productos colombianos hechos a mano, que en el caso de la Chicha relaciona a la población con su antepasado indígena.

Tomado de: Proexport Colombia 

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